2012: las heladas invernales y primaverales repercutieron en los rendimientos, que fueron más bien moderados. El verano seco y soleado ha producido vinos de gran finura con Chardonnays y Pinot Noirs elegantes y equilibrados con aromas de frutas rojas.

2008 : el verano fresco y soleado produjo vinos complejos con buena estructura para una añada excepcional. Los Chardonnays son de gran calidad y los Pinot Noirs poseen una profunda riqueza aromática.

2007: una primavera estival, cuyos efectos fueron mitigados por un verano mixto, reveló vinos francos y de gran frescura que se mantendrán en el tiempo, con Chardonnays con aromas complejos de fruta blanca y cítricos y Pinot Noirs con aromas de fruta amarilla.

2006 : Un mes de julio canicular seguido de un mes de agosto húmedo y fresco aporta a los vinos finura y elegancia. La Chardonnay revela notas de frutas blancas, cítricos y flores blancas, y la Pinot Noir, notas de frutas rojas y cereza.

2004: A pesar de un verano variable, el calor beneficioso y el tiempo seco de septiembre ofrecen vinos estructurados con una buena longitud, con Chardonnay con notas de cítricos y flor de acacia y Pinot Noir afrutados.

2002: La vendimia se realiza en septiembre con un clima soleado, lo que permite una maduración ideal de las uvas. Los vinos son frescos, elegantes y complejos. La Chardonnay posee notas de frutas blancas y la Pinot Noir, aromas de frutas rojas.

1999: un verano caluroso y tormentoso y un septiembre lluvioso revelan una añada fina y elegante. Los Chardonnay revelan notas florales y las uvas de Pinot Noir son afrutadas.

1997: un julio muy seco y un agosto muy caluroso siguieron a un junio fresco y lluvioso. La diversidad climática permite obtener vinos que combinan estructura, madurez, frescor y equilibrio.

1996: una primavera fresca seguida de una alternancia de periodos secos y húmedos durante el verano dio lugar a vinos equilibrados con un frescor que promete un potencial de envejecimiento excepcional.